ARTÍCULO PUBLICADO EL 25 DE SEPTIEMBRE DE 2020 EN ACADEMIA PLAY
Muhámmad ibn Mardanish, también conocido como el rey Lobo ―o rey Lope―, fue un monarca del antiguo reino de Murcia, o Taifa de Murcia. Vivió y murió en el siglo XII, en una Península Ibérica donde se sucedieron numerosos reinos cristianos y musulmanes, aliados o enfrentados entre sí según sus propios intereses económicos o de fe religiosa, en la conocida Baja Edad Media.
Ibn Mardanish nació en Peñíscola, Castellón, hacia el año 1124. Fue descendiente de muladíes, es decir, hispanorromanos que adoptaron la religión del Profeta tras la invasión musulmana, e hijo del gobernador o valí de Fraga, Said Ibn Mardanish, quien había combatido contra el rey aragonés Alfonso I, el Batallador. Asimismo, supuestamente, fue apodado como rey Lope (del latín Lupus) o Lobo por su diplomacia, coraje y astucia en la guerra.
Pero remontémonos años atrás. El imperio Almorávide había logrado unificar de nuevo al-Ándalus tras la caída del poderoso califato cordobés de los Omeyas. Sin embargo, poco más de un siglo después, hacia el año 1147 sucumbía el dominio bereber resurgiendo un nuevo período conocido como “Segundos reinos de taifas“. En este período, Ibn Mardanish se trasladó a Mursiyya, la actual Murcia, fundada en tiempos de Abderramán II, convirtiéndose en el emir de la taifa. Renacía el Sharq al-Ándalus (el Levante de al-Ándalus), que alcanzaba su máximo esplendor económico, social y cultural.
El emir murciano ordenó la construcción de diferentes fortalezas: la imponente muralla de la ciudad, con sus casi cien torreones; el Castillo de la Asomada o el Castillo de Monteagudo, ubicado este último en un asombroso monte escarpado, cerca de la capital del levante andalusí; así como los dos edificios del Portazgo, que nunca llegaron a terminar de erigirse. Del mismo modo, construyó el palacio de Dar as-Sugrà, su primera residencia, donde actualmente se halla el monasterio de Santa Clara la Real; y el palacio denominado el Castillejo (precursor de la Alhambra nazarí), su segunda residencia, que se alza a los pies del Castillo de Monteagudo.
El rey Ibn Mardanish fue un personaje único. A diferencia de los otros emires, vestía como los cristianos y portaba también armas cristianas. Como ya hemos dicho antes, era muladí pero que, a su vez, provenía de mozárabes. Y llegó a obtener la amistad y protección del rey de León y Castilla Alfonso VII, llamado el Emperador. También cabe resaltar que su ejército estaba compuesto, además de por musulmanes, por mercenarios cristianos: castellanos, aragoneses, catalanes y navarros.
Antonio Rodríguez Hernández. Mi señor Ibn Mardanis. Antonio Rodríguez Hernández, 2015.
Ayuntamiento de Murcia. Recorrer la memoria. Ibn Mardanis. Industrias Gráficas Jiménez Godoy S.A., 2019.
Ayuntamiento de Murcia. Sharq al-Ándalus. Resistencia frente a los almohades. Industrias Gráficas Jiménez Godoy S.A., 1993.
Mikel A. Toledo i Banyuls. Rex Lupus. El sexto reino. NPQ Editores, 2017.
Planeta. Nueva historia de España. La historia en su lugar (3). Al-Ándalus y los reinos cristianos (Siglos VIII-XIII). Editorial Planeta, 2002
Sebastián Roa. La loba de al-Ándalus. Ediciones B, 2013.
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